Es una planta suculenta de la familia de
las Liliáceas. Es originaria del norte y del este de África y de la Península Arábiga.
Ha sido introducida y cultivada en las islas Canarias (España) y en México.
Descripción
Es una planta perenne, con hojas suculentas
dispuestas en rosetas, alcanzando los 50 cm de largo y los 7 de grosor; las
hojas están compuestas de tres capas: una protección coriácea exterior, una
capa fibrosa debajo de ésta —donde se concentra la aloína, el ingrediente
activo empleado como laxante en preparados farmacéuticos, y cuyo gusto amargo
sirve a la planta como protección contra los predadores— y un corazón
gelatinoso donde almacena sus reservas de agua y con el que se preparan
innumerables productos farmacéuticos. Las hojas son alargadas, lanceoladas, y
parecen brotar directamente del suelo en los ejemplares juveniles; los más
viejos presentan un corto y robusto tallo.
Las flores de Aloe vera son pequeñas,
tubulares, y se presentan en inflorescencias densas de color frecuentemente amarillo.
Generalmente las flores de aloe requieren
de polinización cruzada para fecundar y esta suele ser llevada a cabo
especialmente por aves y mariposas debido a su visión preferencial de estos
colores.
Componentes químicos y Propiedades
Aloemodina: regula el funcionamiento de la
mucosa intestinal.
Aloeoleína: mejora úlceras duodenales y
estomacales. Disminuye la acidez.
Aloetina: neutraliza el efecto de las
toxinas microbianas.
Aloina: alivia el estreñimiento
Aminoácidos: interviene en la formación de
proteínas.
Carricina: refuerza el sistema inmune y
ayudaría a las defensas.
Creatinina: resulta fundamental en las
reacciones de almacenaje y transmisión de la energía.
Emolina, emodina, barbaloina: generan
ácido salicílico de efecto analgésico y antifebril.
Fosfato de manosa: agente de crecimiento
de los tejidos con efecto cicatrizante.
Minerales: calcio, magnesio, fósforo,
potasio, zinc, cobre.
Mucílago: actividad emoliente sobre la
piel.
Saponinas: antiséptico.
Fitosteroles: de acción antiinflamatoria.
Mucopolisacáridos: responsables de la
hidratación celular.
Hormonas vegetales: estimulan el
crecimiento celular y la cicatrización.
Enzimas: intervienen en la estimulación de
las defensas del organismo.
El Aloe Vera en Cosmética
El Aloe es un ingrediente importante en
muchos productos de belleza. Penetra en las tres capas de la piel: epidermis,
la dermis, la hipodermis, y expulsa las bacterias y los depósitos de grasa que
tapan los poros. Al mismo tiempo la acción de los nutrientes naturales, los
minerales, las vitaminas, los aminoácidos y las enzimas, estimulan la
reproducción de nuevas células. También es un importante regenerador celular,
cicatrizante, tonificador y de alta penetración en la piel. Cuando se usa con
regularidad, evita las arrugas prematuras y retarda las propias de la edad.
Reduce la medida de los poros abiertos, y
se puede usar bajo el maquillaje. Como el Aloe es astringente, se ha de
combinar su uso con una crema hidratante, preferentemente que lleve Aloe entre
sus componentes. Es un excelente filtro solar de rayos ultravioletas y elimina
las manchas causadas por el sol, si se usa por un periodo largo de tiempo. El
aloe, utilizado después del afeitado, da buenos resultados, ya que en pocos
instantes regenera muchas de las células rotas al paso de la cuchilla de
afeitar. Así usando una loción después del afeitado, dará una sensación de gran
alivio. Igualmente, en este sentido, es muy eficaz utilizado después de la
depilación: evita erupciones, granitos y rojeces, cerrando rápidamente los
poros dilatados. También es muy efectivo en la prevención o eliminación de
pequeñas estrías. Es importante, la hidratación de la piel con aceite o crema
después que el aloe haya penetrado en la piel.
Cura del cuero cabelludo y cabello
El jugo del Aloe Vera, se puede utilizar
como champú, fijador y acondicionador, con notables resultados tanto para el
cabello, como para el cuero cabelludo. Cogiendo un trozo de hoja, se le sacan
los bordes espinosos, y lo cortamos por la mitad. Nos lo pasaremos, bien por
toda la cabeza. Este, una vez seco, lo podemos dejar un rato, o bien toda la
noche. Al día siguiente, lo aclaramos con agua, y el Aloe dará brillo, fuerza y
protección a los cabellos. Las enfermedades del cuero cabelludo, la grasa y la
caspa, se tratan directamente, con jugo de Aloe.
Higiene bucal. Afta. Herpes labial
Chupando un trozo de pulpa de Aloe Vera
con constancia, es un buen remedio para los dientes que sangran y que estén
hinchados. Aligera el dolor de muelas y rebaja los flemones. También es
preventivo de las caries y protege de los elementos agresivos que desgastan, a
lo largo del tiempo, el esmalte de los dientes. El afta, es una inflamación que
afecta a las membranas de la boca, especialmente en los niños y en jóvenes; es
tan doloroso que interfiere en la alimentación. Se recomienda que después de
tener la pulpa de Aloe en la boca, se mastique y que se lo traguen, para que
beneficie el paladar, el esófago y el estómago. Se ha de hacer más de una vez
al día. Para el herpes labial, hemos de aplicar el aloe, sin el sérver (o
savia), ya que este es cáustico. Para eliminarlo, nada más hay que lavarlo con
agua, frotándolo con los dedos.
El Acíbar
En Medicina, se utiliza el jugo de sus
hojas cuajado en una masa sólida de color muy oscuro y muy amarga, llamada
acíbar. Generalmente, se obtiene dejando fluir el licor que se escurre de sus
hojas cortadas transversalmente, por la cortadura de las cuales rezuma
colocadas sobre un recipiente a propósito. Este licor se deja que se concentre
y se vaya espesando al calor del sol o bien con calor artificial, operaciones
que se hacen en los respectivos países de origen, principalmente en el Cabo
(sudafrica). Pero el más viejo y famoso acíbar era el de la isla Socotora, del
sur de Arabia, llamado acíbar socotrino y en latín aloe succotrina. Cuenta Pio
Font Quer que hallándose de guarnición en Tarragona con su regimiento en donde
el aloe que él llama vulgaris se cría en abundancia, preparó el acíbar en casa
de un amigo suyo, un tal Odón Guiralt, que era perito farmacéutico. La
operación, dice, salió perfecta, tanto por la consistencia del acíbar obtenido,
como por su color, olor y sabor, y su uso produjo los mismos efectos del que se
usa en Medicina. Es por esto que el áloe vulgar que se cría en España o Chile
es muy apto para uso medicinal.
Composición
La composición del acíbar varía según el
áloe de que procede, la época de recolección y el método para elaborarlo.
Contiene del 6 al 10% de agua, y las mejores suertes de esta droga dejan
alrededor del 2% de cenizas. Lo que más varía es la cantidad de resina, que
oscila entre el 40 y el 80%. Esta resina, que carece de importancia
farmacológica, es un éster del ácido paracumárico y un alcohol resínico, elo
aloerresino tanol. Además el acíbar contiene el 20% de aloínas, a las que se le
atribuyó naturaleza de glucósidos.
Virtudes
Por la emodina que dejan en libertad en el
intestino, los acíbares tienen virtudes purgantes, parecidas a las del sen,
ruibardo, frángula, etc., cuando las dosis administradas son lo suficiente
elevadas (por lo menos de 0,20 gr.). A dosis menores tienen facultades
estomacales y aperitivas.
El áloe es un purgante vigoroso de rápida
acción que incide sobre el intestino grueso. Sólo en preparados medicos o
juntamente con otras plantas medicinales es componente de numerosos purgantes
en forma de gotas, píldoras, tabletas, grageas y supositorios.
La tintura, el extracto y otros preparados
tienen cierta importancia como productos estimulantes de la secreción biliar.
El áloe es eficazmente empleado como
purgante, y aperitivo. En Medicina familiar, cuando se puede pesar bien, se da
un fragmento de acíbar, hasta de 1 gr. como dosis máxima para los adultos,
envuelto en una oblear. Tomándolo por la noche, antes de acostarse, el efecto
purgante se produce a la mañana siguiente.
Observaciones:
El acíbar no debe darse a las mujeres
durante la menstruación y el embarazo ni tampoco a cuantos padecen hemorroides
sanguinolentas. Tampoco se debe administrar a los niños. Para beneficiarse de
sus cualidades tónicas y aperitivas al acíbar también forma parte de numerosas
preparaciones farmacéuticas actualmente bastante olvidadas, en las que entra en
pequeña cantidad.
Las hojas, cuya savia se utiliza, son
carnosas, miden unos 50 cm de largo, 10 ó 20 cm de ancho y 5 cm de grueso. Si
se las hace un corte exudan un líquido acuoso de sabor muy amargo. Ya que la
pared celular que las separa es muy delgada, el jugo fluye con facilidad. Hay
que cortar las hojas de modo que la secreción pueda recogerse en un recipiente.
A continuación se condensa el líquido poniéndolo al fuego o al baño María.
Después de separar la espuma se le vierte en otro recipiente en el que se
solidificará. Así es como llega al mercado y se elabora después en forma de
preparados galénicos (gotas, píldoras, supositorios, etc). Es raro el empleo
del áloe puro, sin embargo se utiliza.
Multiplicación y cultivo
El Aloe Vera, tiene dos enemigos
naturales: el exceso de agua y el frío por debajo de lo 0ºC.
Es muy resistente a la plagas y a la falta
de agua. Para su cultivo, es mejor hacerlo en maceta de barro en vez de
plástico. Este lo llenaremos con tierra normal de jardín con un 50% de turba, a
partes iguales. En el fondo se agregan unos dos dedos de grava. Se cubre la
planta hasta el nacimiento de las hojas, esperando un par de semanas, para
empezar su riego, así dará tiempo a cicatrizar sus heridas durante el
trasplante.
La planta debe estar en un lugar soleado y
cálido, donde tenga mucha luz de sol. En el invierno, la protegeremos del frío.
Su reproducción mediante hijos que le nacen alrededor. Cuando estos tengan una
altura de cuatro dedos, se han de separar de la planta adulta.
Lo podemos hacer de dos maneras: Hurgando
con los dedos, hasta encontrar su unión de madre e hijo, y la otra, sacándola
totalmente de la maceta, separándola de la madre con más precisión y con todas
sus raíces, aprovechando así, para recortar las raíces de la planta madre, si
es que las tiene demasiado largas, y añadiendo abono vegetal orgánico en la
tierra al plantarlo de nuevo.
Hay que recordar, que no se puede regar
durante las dos primeras semanas después de su transplante. Los hijos se dejan
secar las heridas, durante un par de semanas, sin exponerlos al sol directamente,
pudiendo plantarlos individualmente en maceta. Hay muchos tipos de Aloe. Para
evitar, que la planta se pueda polinizar por otra clase de Aloe y las semillas
se vuelvan híbridas, hay que asegurarse que no hay otros aloes cerca (recordar,
que el viento es un agente polinizador muy activo). Si no se tiene la seguridad
que esto pueda suceder, hemos de cortar la vara de la flor a media altura, por
debajo de donde están las flores, antes de que se abran. El resto de la vara,
lo sacaremos fácilmente, cuando esta quede seca. Todas las plantas de Aloe
tienen propiedades curativas, sobre todo las adultas de tres años
aproximadamente desde que han hecho la flor.
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