UNA EPIDEMIA CON OLFATO.

UNA EPIDEMIA CON OLFATO.

Para quienes han oído hablar de este síndrome, la sensibilidad química múltiple suelen asociarla automáticamente a "intolerancias a los olores" o incluso a confundirla con "alergia a todo", ya que la mayoría de pacientes se ven obligados a llevar una mascarilla para entrar en contacto con la sociedad. En realidad, esto no es exactamente así. La intolerancia que presentan los enfermos de SSQM es a los tóxicos que subyacen tras las fragancias y olores de todo tipo, aunque sean a muy bajas dosis. Y no todos los pacientes presentan un olfato tan sensible, aunque padezcan el síndrome químico. En cuanto a las alergias, son sólo una de las múltiples copatologías que presenta este síndrome, ya que la sensibilidad química altera multisistémicamente el organismo.

Según las últimas cifras, existen 150.000 sustancias químicas lanzadas al medioambiente de las cuales muy pocas han sido estudiadas desde la perspectiva de sus efectos sobre la vida humana y el medioambiente. Demasiados químicos en los últimos 60 años. Las personas están expuestas a estas sustancias e interaccionan con ellas. Los efectos mutagénicos y la predisposición genética son otros factores a tener en cuenta en relación con los resultados que pueden arrojar en problemas de salud esta convivencia incontrolada de químicos-humanos: Esclerosis múltiple, Parkinson, Alzheimer, Síndrome de fatiga crónica, Fibromialgia, Síndrome de sensibilidad química múltiple, Hiperactividad, Asma, Cáncer, EPOC, etc. Aunque evidentemente, si la producción se basara en una química dulce, en lugar de en una química tóxica y evitáramos los factores de riesgo, estas enfermedades quizás no se producirían. Se trata sólo de una cuestión económica que interesa a unos pocos. Lo más grave de esta cuestión es la desinformación existente entre la ciudadanía y la falta de percepción del riesgo químico. Las campañas de marketing de las multinacionales no trasladan toda la información, y en algunos casos, utilizan incluso el término natural o la etiqueta verde de forma improcedente, consiguiendo de esta forma aún más confusión entre los consumidores.